Personas en situación de calle protestaron para exigir el respeto a sus derechos humanos y en contra del desplazamiento forzado.

El pasado viernes 13 de enero fue un día importante para las calles de esta “ciudad de derechos”. Un grupo organizado de personas en situación de calle decidió poner un alto a los actos de limpieza social. Se mostraron seguros y contundentes.

Foto por Eréndira Aquino

Los hechos sucedieron así:Antes del mediodía del jueves 12 de enero llegó la alcaldesa de la delegación Cuauhtémoc a la salida del metro Hidalgo que está junto a la plaza de San Fernando. Su intención era continuar con operativos para “recuperar espacios públicos” removiendo el comercio informal, la basura y a las personas en situación de calle. Así lo expresó meses antes en un video que subió a sus redes sociales: “una problemática muy grande que tenemos son todos aquellos que no les gusta el orden… tenemos muchos negocios que se están desbordando, tenemos personas en situación de calle, tenemos mucha gente que tiene problemas con las adicciones y vienen y toman las calles… necesitamos que se vean bonitas las calles”.[1]

Siguiendo esta lógica en la que la necesidad de calles “bonitas” está por encima de quienes carecen de hogar, acudió la alcaldesa al sitio indicado acompañada de un convoy, y solicitó a las personas que ahí pernoctan mover sus cosas y retirarse del lugar. Esta petición se revistió de insultos, los llamó agresivos y criminales. Uno de los miembros del convoy dijo a una mujer del grupo afectado “deberías ponerte a trabajar” (mostrando con ello su ignorancia sobre las trayectorias de vida que llevan a las personas a las calles, así como el hecho de que en la calle se trabaja para sobrevivir, ya sea por medio del comercio informal, el lavado de parabrisas o la recolección de material reciclable, por ejemplo).

Luego de que las autoridades apilaran sus cosas en la calle de enfrente y colocaran plantas en la jardinera de la que los retiraron, las personas afectadas decidieron no dejarse una vez más. Esta no era la primera ocasión en que llegaban a amedrentarlos. La vida en la calle va acompañada de acoso policial, insultos de vecinos y malos tratos (como cuando pasan las pipas a limpiar y mojan sus pertenencias, las remueven, o se ejerce presión para que acudan a albergues sucios, hacinados y disciplinarios…)

Para respaldar a este grupo de personas acudieron miembros de LLECA, Psicocalle y otros colectivos que apoyan a personas sin hogar. Las chicas de LLECA (colectivo que agrupa a mujeres trans en situación de calle) estaban particularmente molestas porque las alternativas que alega ofrecer el gobierno son los albergues. Una de sus compañeras recientemente había sido trasladada al Centro de Valoración y Canalización conocido como “Coruña”. Relató que ahí la habían golpeado violentamente por infringir el reglamento. Se trata de una mujer trans invidente. Historias como esta se conocen muchas entre quienes habitan el espacio público. Los albergues no han representado una alternativa efectiva ni digna para quienes se han visto obligados a hacer una vida en la calle.

Así pues, por iniciativa de los afectados de San Fernando, se decidió poner un alto. Organizarse, hablar claro, exigir audiencia. El viernes por la mañana se reunieron a discutir opciones y en conjunto se determinó cerrar las dos avenidas que se intersectan en el lugar de los hechos: Hidalgo y Guerrero. Se trata de dos vías muy importantes del centro de la ciudad, por lo que la presión ciudadana no se dejó esperar. Detuvieron el tráfico mostrando pancartas en las que se pedía un alto a los actos de limpieza social y se exigía diálogo con las autoridades. Establecieron que no entregarían las calles hasta que se presentara la Jefa de Gobierno o su Secretario General.

Foto por Eréndira Aquino

Acudieron al lugar miembros de la Alcaldía, con quienes se rehusaron a hablar. Más tarde arribó la titular de Consejo para Prevenir la Discriminación y el asistente particular del Secretario de Gobierno. Accedieron a hablar con ellos, pero cuando les pidieron liberar las vialidades para ir a dialogar en sus oficinas de gobierno, respondieron que no terminaría la protesta si el diálogo no se entablaba ahí mismo, en la calle. Victoria Sámano, de LLECA, exclamó que gran parte del problema tenía que ver con la distancia entre los funcionarios y las calles, y que era momento de que se acercaran a ellas. De algún modo dijeron “¡estas son nuestras oficinas! Aquí vamos a dialogar”.

Seis horas después de iniciado el bloqueo, se presentó el Secretario de Gobierno. Permitieron entonces la circulación y establecieron acuerdos. En las próximas semanas se estarán desarrollando mesas de diálogo para buscar soluciones a la confrontación entre las autoridades y quienes viven en ese lugar.

A lo largo de la protesta dejaron claro que los albergues –en los que se alega maltrato frecuente– no son la solución. Piden trabajo digno o facilidades para acceder a una vivienda.

Foto por Eréndira Aquino

Algunos transeúntes los insultaron exclamando cosas como “¡pónganse a trabajar!”. Entre ellos se animaban a mantener la calma y actuar de forma pacífica, pues tenían claro que el camino a la solución reside en el diálogo.

[1] La Octava Noticias, “@SandraCuevas_ dice que a las personas en situación de calle ‘no les gusta el orden’ y las redes responden”, Publicación de Twitter @laoctavadigital, 14 de enero de 2022, shorturl.at/cDU69

.@SandraCuevas_ dice que a las personas en situación de calle “no les gusta el orden” y las redes responden

Aseguró:“Tenemos un problema grande, son a los que no les gusta el orden; negocios que se desbordan, personas en situación de calle” y remató “necesitamos calles bonitas”. pic.twitter.com/ewR7G4Rab5

— LA OCTAVA (@laoctavadigital) January 14, 2022