
El Museo Casa Kahlo abrió sus puertas al público el 27 de septiembre de 2025 en la histórica Casa Roja, ubicada en Aguayo 54, en el corazón de la colonia Del Carmen, Coyoacán. A diferencia de la ya conocida Casa Azul que se concentra en la figura de Frida Kahlo y su relación con Diego Rivera, este nuevo museo propone una nueva mirada a sus orígenes: es un espacio construido para recuperar la intimidad familiar, la vida doméstica, los primeros años, las raíces y la memoria privada de una de las artistas más reconocidas del mundo.
La Casa Roja fue por años un refugio de la familia Kahlo, un lugar guardado por generaciones que conservaba fotografías, muebles, cartas, documentos y objetos personales que hablaban de la vida de Frida antes de convertirse en un ícono global. Su apertura es posible gracias a la participación directa de descendientes de la familia, quienes decidieron donar el inmueble y permitir que una parte fundamental de su historia pudiera compartirse con el público.
La transformación de la vieja casa en museo requirió un trabajo de restauración profundo. La arquitecta Mariana Doet Zepeda Orozco encabezó el proyecto museográfico con el apoyo del estudio Rockwell Group, quienes se propusieron recuperar la esencia del hogar original. No se trataba únicamente de abrir un recinto cultural, sino de conservar un espacio emocional. Las habitaciones donde Frida creció, los pasillos que caminó siendo niña, la cocina donde convivía con su madre, el sótano donde encontró un refugio. Todo fue restaurado con cuidado, respetando colores, texturas, materiales y atmósferas que hablan de la vida cotidiana de los Kahlo en el siglo pasado.

Fotografías tomada del sitio web “Estudios Arquitectos”

Fotografías tomada del sitio web “Estudios Arquitectos”
La apertura del museo también dio lugar a un equipo operativo que ha acompañado el proyecto desde sus primeras etapas. En este proceso ha sido fundamental la labor de Jessica Ramírez, gerente de operaciones del museo quien ha desempeñado un papel central no sólo en la organización interna del espacio. Al igual que la construcción de vínculos con organizaciones culturales y sociales. Su participación ha sido decisiva para que el museo pueda proyectarse hacia afuera, abrir canales de colaboración y mantener un diálogo activo con instituciones como Mi Valedor.

Las salas están pensadas para que el visitante no sólo observe objetos, sino que sienta la proximidad de una historia familiar. En la cocina, restaurada con elementos tradicionales, se conserva un pequeño mural botánico atribuido a Frida. En el comedor, un video inmersivo explica cómo la familia escribía y se comunicaba con ella cuando viajó por primera vez a Estados Unidos, revelando un vínculo amoroso que suele perderse en las biografías convencionales. El sótano es quizás uno de los espacios más conmovedores; ahí se creó una atmósfera que invita a imaginar la infancia de Frida y su correspondencia con el resto de su familia.

Fotografías tomada del sitio web “Estudios Arquitectos”

El museo también exhibe una colección valiosa de objetos personales que nunca habían sido mostrados públicamente. Entre ellos se encuentran cartas familiares, correspondencia íntima, fotografías tomadas por su padre Guillermo, recortes escolares, juguetes, una selección de su joyería tradicional y una colección de muñecas que Frida conservó durante años. Se muestran además piezas pertenecientes a sus padres: del lado de Matilde, su guardarropa —con un vestido, botas y bastón— que ayuda a reconstruir su presencia dentro del hogar; y del lado de Guillermo, su estudio fotográfico.

Fotografías tomada del sitio web “Estudios Arquitectos”
Uno de los elementos más apreciados por los visitantes es la presencia de obras tempranas de Frida. Entre ellas destaca el cuadro de amapolas que pintó a los 18 años, tras el accidente que marcó su vida para siempre. Esta pieza, realizada en un momento de transición física y emocional, ayuda a comprender el origen de la artista y revela cómo el dolor y la imaginación empezaron a entrelazarse en su obra desde muy joven.
La museografía del recinto apuesta por el carácter sensorial. Hay espacios donde el visitante puede interactuar con la colección. El cuarto oscuro dedicado a Guillermo Kahlo, donde se ofrece la experiencia de “revelar” una fotografía propia como si se tratara de un proceso analógico de principios del siglo XX. Estos momentos, sencillos pero profundamente evocadores, conectan al público con la memoria familiar de los Kahlo desde un lugar emocional más que didáctico.


El Museo Casa Kahlo no intenta reemplazar a la Casa Azul; lo amplía. Ambos espacios permiten reconstruir la vida de Frida de manera más completa: no sólo la artista icónica que el mundo reconoce, sino también la niña que creció en un hogar lleno de historias. La Casa Roja revela esa raíz íntima y tierna que complementa la figura pública y la vuelve más comprensible, más cercana, más humana.
Con su apertura este nuevo museo se convierte en un recinto fundamental para entender la vida de Frida Kahlo desde su origen emocional. Es un espacio pequeño en escala pero inmenso en significado, una casa que se abre después de años de silencio para compartir memoria, afecto, historia y raíces con quienes la visitan.
Alumno de la Universidad Iberoamericana con especialidad en la comunicación estratégica.
El Museo Casa Kahlo abrió sus puertas al público el 27 de septiembre de 2025 en la histórica Casa Roja, ubicada en Aguayo 54, en el corazón de la colonia Del Carmen, Coyoacán. A diferencia de la ya conocida Casa Azul que se concentra en la figura de Frida Kahlo y su relación con Diego Rivera, este nuevo museo propone una nueva mirada a sus orígenes: es un espacio construido para recuperar la intimidad familiar, la vida doméstica, los primeros años, las raíces y la memoria privada de una de las artistas más reconocidas del mundo.
El lunes 8 de diciembre, las y los valedores tuvieron la oportunidad de ser de los primeros grupos en recorrer el recién inaugurado Museo Casa Kahlo, un espacio dedicado a la vida familiar y creativa de Frida Kahlo en la casa donde creció y vivió durante muchos años. El museo abrió sus puertas el pasado 27 de septiembre por lo que esta visita se convirtió en una experiencia fresca, cercana y profundamente significativa.
El Museo Casa Kahlo abrió sus puertas al público el 27 de septiembre de 2025 en la histórica Casa Roja, ubicada en Aguayo 54, en el corazón de la colonia Del Carmen, Coyoacán. A diferencia de la ya conocida Casa Azul que se concentra en la figura de Frida Kahlo y su relación con Diego Rivera, este nuevo museo propone una nueva mirada a sus orígenes: es un espacio construido para recuperar la intimidad familiar, la vida doméstica, los primeros años, las raíces y la memoria privada de una de las artistas más reconocidas del mundo.
El lunes 8 de diciembre, las y los valedores tuvieron la oportunidad de ser de los primeros grupos en recorrer el recién inaugurado Museo Casa Kahlo, un espacio dedicado a la vida familiar y creativa de Frida Kahlo en la casa donde creció y vivió durante muchos años. El museo abrió sus puertas el pasado 27 de septiembre por lo que esta visita se convirtió en una experiencia fresca, cercana y profundamente significativa.