María Portilla conoció el modelo de street papers en Inglaterra y supo que habría que replicarlo en la Ciudad de México. Cuando volvió de su residencia en el extranjero, se juntó con Paula García y dos mujeres más que también se preocupaban por el movimiento social urbano.
Ninguna tenía formación editorial, ni mucho menos de trabajo social. Anduvimos un año y medio investigando, formando la arquitectura editorial que tendría la revista y aprendiendo sobre la problemática callejera en México. Durante este proceso, el apoyo de la Red Internacional de Periódicos Callejeros —hoy presente en más de 110 ciudades en todo el mundo— fue fundamental. Para poder sacar la revista lanzamos una campaña en Fondeadora, una plataforma de crowdfunding. Cumplimos la meta y emprendimos el vuelo: imprimimos el número cero en marzo de 2015.
Mi Valedor es un ejemplo de cómo un proyecto puede impactar positivamente a la sociedad mexicana. Se trata de la primer revista callejera de México que fomenta la reinserción social y laboral para personas que viven en situación de calle o en exclusión laboral en la CDMX.
Un programa acerca de un proyecto llamado Mi Valedor, que es la primera revista callejera que genera un ingreso a gente en situación o riesgo de calle. La revista es una herramienta social que facilita el acceso a oportunidades.
Las cifras oficiales solo reconocen alrededor de 4,000 personas en situación de calle, aunque estudios independientes estiman a más de 30 mil personas en esta situación, incluyendo niños.
Testigo de los movimientos sociales que recorren el corazón de la Ciudad de México desde hace más de cien años, el Reloj Chino de Bucareli ha visto pasar numerosas marchas y plantones que hacen de la calle un micrófono para la inconformidad social.
“Intervenimos la revista con contenido artístico realizado por ellos. La sección ‘Hecho por valedores’ difunde sus dibujos, pinturas y crónicas.”
Desde el corazón de la Ciudad de México, la revista bimestral Mi Valedor crea oportunidades para personas en situación de calle.
Quienes caminamos por las calles sin apenas mirarlos contribuimos a la normalización del problema: que se encarguen las autoridades, que regresen a sus casas, que se los lleve la patrulla porque ahuyentan a los clientes… ¿Desde cuándo contemplar a un ser humano en la ruina más lamentable debería ser algo que no nos incumbe? María Portilla, directora de Mi Valedor, se cansó de buscar culpables y concibió una solución en forma de revista: la primera publicación callejera en México.