“Aquí antes era un lago, y después construyeron un estadio. Y eso fue, en parte, lo que lo derrumbó. Pero también lo tiró la gente, o eso es, al menos, lo que cuentan algunas personas…”
El Estadio Neza 86 vivió glorias mundialistas, fue casa de uno de los equipos más populares de los 90 y alojó eufóricas celebraciones. Hoy está abandonado. Los momentos célebres de los equipos locales se relacionan con el esplendor y el declive del estadio.
La “ola” (popularizada en el Mundial de 1986), una actividad representantiva de cómo se organiza un grupo humano para un fin común, es pensada en este proyecto como un ejercicio capaz de derribar una estructura. Pamela Zeferino plantea esta pregunta a arquitectos, ingenieros e investigadores.