re
El muralismo mexicano está relacionado inevitablemente con ese movimiento de inicios del siglo XX, comprometido e identitario, conectado a nombres como los de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, y que dejó obras que se convirtieron en legado artístico invaluable.
Casi cien años después, el muralismo se ha convertido en un medio artístico de expresión y de visibilización. Ya no es un arte público impulsado políticamente, pero tampoco es ese arte urbano emergente que en los ochenta y noventa tomaba las calles con variantes irreverentes como el grafiti.
Cortesía de ArtSynonym
Los murales urbanos destacan por su nivel técnico y discursivo. En distintos países y contextos pueden hallarse temas en común: violencia de género, migración, ecología, derechos humanos, son algunos de los ítems contemporáneos. Estos conservan su característica de denuncia y reflexión. De la monumentalidad de las ideas se ha pasado a un paisaje cotidiano, que muchas veces cumple una función urbanística que revalora y recupera espacios públicos.
Es un arte que sigue evolucionando. Las pinturas murales ya no solo se ven en la calle, sino que traspasa al espacio público digital: al documentar el proceso de su trabajo y compartirlo a través de diversas redes sociales, se difunde más información sobre las piezas y sus autores. El debate se hace global.
Cortesía de ArtSynonym
En conexión con lo anterior, Mi Valedor conversó con Enriqueta Arias, directora y fundadora de ArtSynonym, una pequeña casa creativa integrada por seis personas que establece enlaces entre artistas, socios comerciales y espacios públicos o privados, para realizar murales temporales con fines didácticos, activistas o publicitarios, principalmente.
Cuentan con una lista de más de 200 artistas con los que han logrado colaborar a lo largo de sus diez años de existencia tanto dentro de México como en otras partes de Latinoamérica. El equipo de trabajo varía de acuerdo al proyecto que vayan a desarrollar.
Mural en Polanco, CDMX – Fotos de Alejandro Peña
Comenzaron exclusivamente haciendo murales porque la experiencia de Enriqueta, quien estudió Comunicación en la UNAM y tiene una maestría dual de la Sorbonne Université en Arte Contemporáneo, Mercado, Cine y Música, provenía de esa rama. Estuvo produciendo y participando en festivales muralísticos en Hawái años antes mientras era parte de una ONG que se dedicaba a transmitir mensajes de concientización sobre el cuidado de los océanos y las especies marinas.
Durante la pandemia por el Covid, evidentemente la demanda de murales se redujo, y ArtSynonym tuvo que concentrarse en el espacio digital, experimentando con algunos proyectos que les permitieran mantener el contacto con los artistas externos de su equipo. Actualmente están por inaugurar una galería en la colonia Escandón, en CDMX.
Mural en Polanco, CDMX – Fotos de Alejandro Peña
“La principal razón por la que desarrollé el proyecto es porque en los festivales de arte urbano donde yo trabajé durante muchos años, siempre la constante era que no había pago a los artistas, no había contrato, creo que es un tema que ahorita estamos tocando demasiado, es una precarización laboral de las industrias creativas, en el periodismo, en la literatura, en el arte en general, y con los artistas pasaba exactamente lo mismo. Entonces a mí tampoco me pagaban por mi trabajo, o era un pago muy pequeño o siempre era que no había presupuesto o las marcas eran de patrocinio en especie y entonces me empecé a cuestionar de qué manera hacer un proyecto que fuera sostenible a largo plazo y que no solamente yo pudiera vivir de mi trabajo, sino que evidentemente a quienes estaba contratando vivieran de su trabajo”, explica Enriqueta.
Por eso también se han concentrado en trabajar mayormente con la iniciativa privada, “porque en México y en América Latina depender del gobierno es imposible. La iniciativa privada nos ha ayudado a sostener el proyecto, que pueda funcionar y que los artistas puedan ser remunerados por su trabajo, porque no nunca contratamos a un artista si no le podemos pagar”, añade.
Cortesía de ArtSynonym
ArtSynonym ha trabajado con instituciones tan reconocidas como el Women’s Equality Center de Nueva York, que lucha en pro de la libertad reproductiva y la justicia a través de campañas estratégicas y comunicaciones críticas, así como con asociaciones indigenistas en México y Estados Unidos, o algunas embajadas, por contar algunas. Además, mantiene negocios con marcas comerciales de renombre mundial, como Netflix, Spotify o Converse.
“Solamente sí tratamos de ser muy enfáticos cuando hablamos con los clientes en que lo más importante es el arte, porque muchas veces también entendemos que es difícil llegar a un punto medio entre lo que la marca quiere comunicar, del producto o servicio que quiere vender y la estética del artista. Remarcamos que no puede haber logos gigantescos, es decir, que el logo sea más grande que el arte, o que al artista no se le coarte su libertad creativa”, señala Enriqueta.
Cortesía de ArtSynonym
Por supuesto, respetan lineamientos lógicos, como por ejemplo, “que no puede haber representaciones de violencia, o que no puede haber desnudos, o que no puede haber símbolos sexuales o religiosos, y como son cosas que incluso ya están un poco en el imaginario social en general, que las marcas no pueden comunicar”, es más fácil de manejar, “pero al mismo tiempo hay veces que las marcas sí tienen algo muy específico, como que no hay que mostrar manos o no puede haber animales y entonces pues es un poco tratar de que los artistas se adapten a eso”.
Cuando llega alguna persona, institución o empresa interesada en el trabajo de ArtSynonym, Enriqueta hace una propuesta de unos cinco o seis artistas y posteriormente es el cliente quien elige cuál se adaptaría mejor a la estética de lo que está buscando.
Cortesía de ArtSynonym
En cuanto a las técnicas y estilos que manejan en los murales, no se imponen limitaciones, “creo que hemos hecho bastantes murales muy diversos. Tampoco nos hemos centrado ni completamente en lo figurativo, ni completamente en lo abstracto, siempre tratamos de que haya un balance porque depende mucho del proyecto. Lo que sí va a ser una constante es que buscamos artistas latinoamericanos o iberoamericanos. Y es que hay muchísimo talento, ¿por qué no aprovecharlo?”, subraya Enriqueta.
Entre los trabajos que más recuerda Enriqueta está uno realizado con Netflix para el lanzamiento de la película mexicana “Los dos hemisferios de Lucca”, inspirada en la historia y libro autobiográfico de la periodista argentina Bárbara Anderson y su familia.
El film cuenta cómo cambió la vida de Anderson cuando nació su hijo Lucca (14 de octubre de 2011), quien por complicaciones en el parto desarrolló parálisis cerebral de cuarto grado y epilepsia. En 2017 viajó con su familia a India para encontrarse con el médico Rajah Kumar, creador del Cytotron, un tratamiento experimental que giró su destino en 180°.
Cortesía de ArtSynonym
Para la promoción, ArtSynonym hizo “una instalación en el Centro Comercial Artz Pedregal (al sur de CDMX) y ahí trabajamos en conjunto con un estudio de Brasil que se llama Estudio K, en donde ellas lo que hacen es trabajar con artistas que tienen discapacidades. A lo mejor tienen parálisis cerebral o han tenido ciertos problemas de derrame cerebral, etcétera. Y ellas hicieron todo el diseño para cubrir la parte exterior, porque hicimos un túnel que explicaba un poco la historia de la película. Entonces, lo que queríamos mostrar eran las reconexiones neuronales que se pueden generar a través de ciertas cosas durante la vida de una persona y que no siempre una discapacidad ocasiona que no puedas avanzar, y que no puedas superar ciertos obstáculos”, recuerda.
“En este caso la parte de adentro era más interactiva, porque podías desconectar ciertos elementos que eran hechos con textiles, como para simular que estabas haciendo las reconexiones neuronales, y la parte de afuera estaba pintada, y todas las ilustraciones fueron con Estudio K. Entonces los chicos nos mandaron las ilustraciones y ya nosotros las imprimimos en gigante y la verdad quedó muy bonito”, agrega.
Cortesía de ArtSynonym
En el 2024 también hicieron un mural con una ONG de India en conjunto con los chinamperos de Xochimilco, en la colonia Juárez, “pero trayendo a los chinamperos, y se trataba de hablar tanto de la fauna y flora que existe en Xochimilco como de todo el trabajo que hacen los chinamperos con la producción de verduras, de frutas, etcétera. Y además hicimos una dinámica para que ellos también hicieran la venta de sus productos y demás. También trabajamos un mural en la Central de Abastos con una artista mexicana. Lo que tratamos es compensar lo que hacemos con marcas con lo que podemos llegar a hacer también para organizaciones sin fines de lucro”.
Cortesía de ArtSynonym
Enriqueta considera que en nuestro tiempo el muralismo enfrenta un reto muy grande, “y es que yo sinceramente creo que los murales están muriendo, y no en un estricto sentido, porque nunca van a morir realmente, pero sí a nivel comercial como venían funcionando. Creo que ya no están funcionando de la misma manera y creo que fue un fenómeno natural que tenía que pasar porque en el momento en el que hubo un boom de agencias que empezaron a ofrecer esto, pues hubo obviamente una mayor oferta y una mayor demanda y se volvió un poco canibalismo”, entonces, los clientes potenciales ya no ven los murales como un plus que llame la atención, o que tengan un efecto disruptivo, diferente a lo que se está haciendo en marketing y comunicación.
“Ya es común, ya casi todo el mundo lo hace, ya es más fácil adquirirlo, es más fácil llegar a él, y pues como todo en el capitalismo, hay que renovarse. Además de que evidentemente existe un nuevo orden mundial económico y político, que creo que también está pegando en todos los mercados. En este momento estamos tratando de buscar nuevas alternativas, estamos tratando de buscar qué otro tipo de cosas podemos generar a través del arte, porque evidentemente no queremos morir”, apunta.
Comenta que lo digital siempre va a estar ahí, pero el reto está en qué podemos hacer como humanos ahora que las máquinas han ganado tanto terreno, especialmente con la inteligencia artificial.
Cortesía de ArtSynonym
Para Enriqueta habrá que concentrarse en las experiencias humanas que te acerquen más a la naturaleza y el origen de nuestra especie. “Yo creo que ahí evidentemente sí hay una necesidad. Ya ni siquiera es una cuestión de que ahí es el futuro, es el presente, porque no podemos vivir únicamente en lo digital”.
“Más bien lo que vamos a intentar hacer es generar proyectos que tengan que ver con experiencias artísticas, pero que nos ayuden a conectar más de manera humana. Obviamente siempre involucrando artistas y las industrias creativas. Todavía no sabemos muy bien cómo, pero creo que ese es el reto en el que nos encontramos ahorita. Evidentemente sí seguiremos haciendo cosas digitales, porque está bien, pero ver qué más cosas físicas hacer, palpables, que puedas sentir, que puedas tocar, que puedas experimentar, maneras de interacción, que eso es algo que el arte urbano hace mucho, porque en el momento en el que estás transitando una calle y ves una pared de color, te rompe la cotidianidad, y eso es lo increíble del arte urbano, y eso es lo que queremos hacer, experiencias que acerquen a la gente”.
Cortesía de ArtSynonym
Con la experiencia y el pasar de los años, Enriqueta cayó en cuenta de que el arte tiende a ser elitista, excluyente, especialmente en ciudades tan grandes como CDMX. De allí surgió también su interés por el arte urbano, “porque en el momento en el que lo encuentras en la calle, se vuelve democrático”.
“A pesar de que México sea uno de los países con mayor cantidad de museos en el mundo, la gente no entra realmente a todos. La gente es temerosa de entrar a una galería. Hay como un prejuicio de ‘no entiendo, no sé, no voy a comprender, no me alcanza, no lo voy a poder pagar, no es para mí’. Y en el momento en el que ves algo en la calle, se populariza algo que siempre ha estado hecho para la élite”, asevera.
Cortesía de ArtSynonym
Cuando trabajan con marcas también sienten que llevan el arte a las manos de las personas que adquieren esos productos de consumo cotidiano. O en servicios de uso masivo, como el avión de una famosa aerolínea mexicana que tiene la imagen del dios maya Kukulkán, realizado por el artista mexiquense Edgar Flores “Saner”. “Al ver el diseño, muchos investigan de quién es, y así el arte va teniendo más alcance”.
Enriqueta concluye diciendo que en estos tiempos donde predomina la precariedad de oportunidades laborales relacionadas al arte, “pienso que es responsabilidad de los artistas profesionalizarse más”.
Cortesía de ArtSynonym
“Es decir, ser mucho más conscientes de pagar impuestos, de tener un contrato o no trabajar si no tienen un contrato, de contratar a un abogado, de tener este tipo de cosas que a lo mejor parecen evidentes y al mismo tiempo no lo son. Y creo que es culpa del sistema, y también de que en las escuelas de arte nunca se les enseña a cobrar, nunca se les enseña cuánto vale su trabajo, ni cómo cobrarlo, pero creo que es muy importante porque finalmente con eso van a poder darle valor a su chamba y van a poder exigir mejores oportunidades laborales y mejores condiciones laborales porque ellos también están ofreciendo mayor profesionalismo”.
Valedor. Periodista a tiempo completo. Zurdo, cinéfilo, amante de la lectura, la música, el café y el chocolate. En contra de las farsas sociales. Otro venezolano emigrante.
Mi Valedor es una organización no gubernamental y sin fines de lucro. Nuestras actividades son posibles gracias a los donativos y al generoso apoyo de personas como tú.
Haz un donativo aquíEn el marco de El Alpeh: Festival de Arte y Ciencia de la UNAM, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco presentó el sábado 17 de mayo la iniciativa “Red Nacional: Arte, Paz y Territorio”, un proyecto que busca reconocer, conectar y fortalecer a los agentes culturales que construyen paz desde sus territorios. El evento, que incluyó un conversatorio con destacadas voces del activismo y la gestión cultural, se acompañó del lanzamiento oficial del mapa colaborativo que documenta esta red de colaboración entre personas y colectivos que trabajan por la cultura de paz.
Feria Alternativa de Gráfica: Inquietudes Urbanas se presentará este domingo 18 de mayo en el Centro Regional de Cultura de Ecatepec. Un espacio que reúne diferentes artistas, de diversas áreas, para vender y dar a conocer su talento. Este proyecto es un espacio para la periferia, proponiendo una nueva perspectiva descentralizada del arte, los espacios […]
En el marco de El Alpeh: Festival de Arte y Ciencia de la UNAM, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco presentó el sábado 17 de mayo la iniciativa “Red Nacional: Arte, Paz y Territorio”, un proyecto que busca reconocer, conectar y fortalecer a los agentes culturales que construyen paz desde sus territorios. El evento, que incluyó un conversatorio con destacadas voces del activismo y la gestión cultural, se acompañó del lanzamiento oficial del mapa colaborativo que documenta esta red de colaboración entre personas y colectivos que trabajan por la cultura de paz.
Feria Alternativa de Gráfica: Inquietudes Urbanas se presentará este domingo 18 de mayo en el Centro Regional de Cultura de Ecatepec. Un espacio que reúne diferentes artistas, de diversas áreas, para vender y dar a conocer su talento. Este proyecto es un espacio para la periferia, proponiendo una nueva perspectiva descentralizada del arte, los espacios […]