Al inicio de su Teogonía (obra poética), Hesíodo, poeta de la Antigua Grecia, narra el momento en el que las Musas le encomiendan la tarea de elaborar un poema para contar el origen de los dioses. Hijas de Zeus y la Memoria (Mnemosyne), esta es la primera mención que tenemos de ellas en toda la tradición occidental: Clío, Euterpe, Thalía, Melpomene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope. El autor las describe como “olvido de todo dolor y descanso de toda pena”.
A diferencia de la concepción moderna de “la musa” como un elemento pasivo en el proceso creativo, que yace ante la mirada escrutadora del artista, las de la Antigüedad son figuras de autoridad que utilizan al artista como un medio para expresar la verdad y la belleza a través del arte. Mediante la poesía, la danza, la música o cualquier actividad que caiga bajo su soberanía, son las encargadas de transmitir las formas de lo bello y lo verdadero.
Y así podríamos describir fácilmente a las Musas Sonideras, un colectivo de mujeres mexicanas radicadas aquí y en EEUU, que se dedican a prender el ambiente en diferentes eventos, colocando mezclas de una amplia variedad de estilos musicales, sumando sus ocurrencias con la animación y locución que complementan sus presentaciones.
Logo de las Musas Sonideras – Foto tomada de Facebook
Tres de ellas recibieron a Mi Valedor en la intimidad de su hogar, con alegría, amabilidad y calidez, entre montones de mercancía variada, porque también son comerciantes, pero a su vez rodeadas de cientos de discos de vinilo y CD’s.
Las Musas Sonideras proyectan una actitud de resistencia y fortaleza, pues han tenido que superar incontables obstáculos para ganarse su estatus. La falta de equipos, recursos, dinero, la desvalorización de su trabajo, el machismo, la misoginia y los estereotipos son las piedras con las que han construido poco a poco su pared.
Cada una de ellas utiliza un seudónimo con el que se identifica y que describe de cierta manera su posición dentro del colectivo.
Esta vez conversamos con Arlette Michelle, conocida como la Princesa Duende, Marisol Mendoza, quien es la Musa Mayor, y Elfega Gómez, la Jefa Sonidera.
Marisol, Elfega y Arlette – Foto de Alejandro Peña
Arlette es la hija de Marisol, quien a su vez es hija de Elfega. Es un negocio familiar, que mantienen desde hace muchos años.
Marisol nos narra que “este colectivo fue conformado en el 2014 y en el 2017 se le pone el nombre de Musas Sonideras, y vamos rumbo a nuestro octavo aniversario. El trabajo ha sido ininterrumpido desde hace 11 años, con perspectiva de género, porque lo concebimos para juntarnos mujeres y disidencias”.
Nacieron con el nombre Sonideras de Corazón. En el 2014, Marisol se desempeñaba como gestora cultural, y justamente por su trabajo, la invitaron a un evento llamado “juguetón sonidero” que se hacía cada año para niños de zonas populares, como Garibaldi o Neza. En ese entonces se quería realizar en La Merced.
Marisol Mendoza de Musas Sonideras – Foto de Alejandro Peña
Allí, casualmente se reunieron varias sonideras que tocaban de forma independiente, entre ellas Marisol, que traía la tradición gracias a su padre Ricardo Mendoza, y sus hermanos, Ricardo y Enrique, que conformaban desde años atrás el grupo “Sonido Duende”.
Luego del evento, en el cual tocaron, les quedó el “gusanito” de seguir haciendo cosas juntas, hasta que un día decidieron reunirse para trabajar en la imagen y el nombre del colectivo que conformaron y mantienen hasta ahora.
Ya en el 2017 eran 17 mujeres juntas, y su primer evento formal fue en el famoso Salón Candela, a cargo del señor Mauricio García, quien les pidió que pensaran en un nuevo nombre, surgiendo así Musas Sonideras.
“El nombre se me ocurrió a mí, porque pensé que Musas son ideas, y muchas veces fue cuestionado, porque me decían ‘¿cómo musas?, las musas inspiran a los pintores, a los escritores, al patriarcado, y entonces les dije, ‘’no, porque esta vez somos mujeres inspirando a mujeres, hasta que la sororidad se haga costumbre’”, remarca Marisol.
Las Musas Sonideras – Imágenes tomadas de Facebook
Con el pasar del tiempo el proyecto se ha ido expandiendo, hasta llegar a otros estados de la República y países, porque ha habido mujeres sonideras mexicanas que han emigrado y llevaron a otros sitios lo que aprendieron aquí.
Actualmente son alrededor de 60 mujeres las que conforman la red de Musas Sonideras, con presencia en Ciudad de México, “Puebla, Toluca, Pachuca, Monterrey, San Luis Potosí, Guadalajara, León, y del lado de la Colombia, en Cartagena, está una de las chicas, que también da unos talleres muy interesantes de salsa antirracista, y también las migrantes que están en Chicago, Los Ángeles, California, San Diego, Seattle, Las Vegas, Portland y así, en varias ciudades”, apunta Marisol.
Las Musas Sonideras – Imagen tomada de Facebook
La mamá y la hija de Marisol se unieron a Las Musas durante la pandemia por el Covid. Arlette, quien hoy tiene 17 años, prácticamente creció entre equipos y discos, y se integró oficialmente a las Musas luego de cumplir 12.
“Había momentos en los que yo podía acompañar a mi mamá, porque por lo general yo me quedaba con mis abuelos. Entonces poco a poco era como un ‘entretente con un micrófono o entretente dibujando esto, entretente haciendo aquello’, entonces pues me metí así de una forma muy normal, entre juegos, y como en mi casa siempre estaban los tornamesas, los aparatos, de repente era que mi abuelito se metía a bañar y me decía ‘voltea el disco, pon un disco, haz esto, haz lo otro’, era como algo muy normal para mí el aprender a hacerlo, o sea, yo a los 8 años aprendí a arreglar un cable”, apunta Arlette.
Así fue aprendiendo más y más cosas del oficio, hasta convertirse en una de las Musas. En las convivencias con sus amigos era quien traía a la conversación el tema de los vinilos y las mezclas y cómo funcionaba todo ese mundo, actuando sin querer como una profesora sonidera.
Musas Sonideras – Imagen tomada de Facebook
“Yo le empecé a agarrar mucho amor a las cumbias”, indica Arlette, quien ya a los 13 se encargaba del buen funcionamiento de las computadoras en los eventos, y posteriormente fue involucrándose en el área de diseño, haciendo los flyers y carteles, además de estar pendiente de las relaciones públicas y la producción. Todo esto la llevó a decidirse por la carrera de Gestión Cultural en la UNAM.
Por su parte, Elfega, considera que ya era Musa antes de que siquiera pensaran en crear el colectivo. “Mi esposo (Ricardo Mendoza, de Sonido Duende) era sonidero, y pues yo caminé con él, iniciamos juntos, a él le gustaba mucho y yo lo acompañaba en todo”.
Su esposo le iba pidiendo que cambiara los discos o que colocara la música que quisiera. También fue aprendiendo sobre la parte técnica y le tocó hasta cargar equipos, “pero era un mundo muy machista en ese entonces, no existían las mujeres sonideras, o no se veían, y pues hoy Marisol ha contribuido a que reconozcan a muchas mujeres”.
Las Musas Sonideras – Imagen tomada de Facebook
Las Musas Sonideras comenzaron a realizar el MusaFest, un festival anual de música cuyo primer evento fue en 2018.
“Lo organizamos nosotras porque es nuestro festival, el encuentro de nuestras compañeras, porque que no nos vemos todo el año. Lo hacemos en diversos espacios, el primero y el segundo fueron en el Salón Candela. El tercero fue virtual por la pandemia. El cuarto se dividió en dos lugares, porque había cupos limitados, todavía 2021, retirándose la pandemia, vacunas y demás. El quinto fue en Guelatao. El sexto fue en el salón más icónico de la Ciudad de México, de hecho, dicen que quien no conoce Los Ángeles no conoce México. El séptimo aniversario fue más íntimo, en Huerto Roma Verde, y había un cupo limitado, aunque tuvimos un horario amplio, pues hemos tratado de tener horarios carnavaleros. Este año le vamos a quitar 4 horas, y ahí va avanzando la organización, pronto revelaremos dónde va a ser el octavo”, informa Marisol.
Discos de las Musas Sonideras – Imágenes tomadas de Facebook
Las Musas también tocan en locales nocturnos, escuelas, universidades, y hasta participan en la Noche de Museos en Ciudad de México, evento cultural mensual que invita a los visitantes a disfrutar de estos espacios de forma diferente, con actividades especiales y accesos extendidos.
Los fines de semana tocan permanentemente en un local ubicado en la Zona Rosa, específicamente en la calle República de Cuba: “Cuando gusten pueden llegar porque nosotras tocamos en las mejores banquetas y en los mejores banquetes. Ahí estamos jueves, viernes y sábado. Nos pueden visitar y saludar también”, manifiesta Marisol.
Tocan todos los géneros bailables que la gente pide y disfruta, “generalmente todo lo tropical, lo que son porros, gaitas, paseos, cumbias, vallenatos, son montuno, son cubano, salsas, todos los subgéneros de las salsas, salsa para doloridos, salsa de alcoba, salsa brava, salsa romántica, y todos los subgéneros de cumbia, desde las editadas hasta las colombianas y las villeras, y la cumbia de los pobres también. Lo que venga”, agrega.
Musas Sonideras – Imagen tomada de Facebook
Aunque la discriminación por género en el mundo de los sonideros ha disminuido, Marisol comenta que aún existe. “Sí, y mucha. Ha ido bajando conforme nos hemos ido posicionando. De hecho, cuando empezamos era una cosa bien horrenda, pues también hay este periodismo amarillista desde el sonidero, en las revistas, entonces de repente hubo ahí opiniones como que ‘las mujeres sonideras están intercambiando belleza por talento’, y pusieron la foto de una de nuestras compañeras, esa idea de que por ser bonitas se estaban posicionando, o cosas como que por qué nos atrevíamos a subir al escenario siendo chaparras, gordas, feas, morenas, etcétera. Si transmitíamos en las redes mandaban bromas pesadas o groserías. Preguntaban que si éramos las vendedoras de cobijas, o decían que nos fuéramos a vender jitomates. Entonces, todo eso nos fue haciendo más fuertes, porque además ya nos estábamos juntando más y más. Actualmente ha bajado un poco, aunque sigue habiendo porque entendemos que nuestros compañeros nos llevan una ventaja de 30 años, y cuando creamos Musas ya eran 50 años de ventaja de los grupos masculinos, pero estamos rescatando la memoria histórica de las mujeres sonideras y como decimos ‘no es con todas, es por todas’, porque lo que suceda con la colectiva va a favorecer a las que trabajan de manera individual”.
Elfega de Musas Sonideras – Foto de Alejandro Peña
Las Musas Sonideras apoyan a diferentes movimientos sociales, como a las madres de los desaparecidos, a los ciclistas atropellados, a los paros de las universidades, entre otros. Lo hacen a través de su música, pero con un objetivo concienciador, “por eso la frase ‘estamos cumbiando al mundo’, porque estamos dejando de bailar las calmadas para bailar las movidas, y decirlo todo con música. Es un acompañamiento musical, pero en forma de protesta”, concluye Marisol.
Valedor. Periodista a tiempo completo. Zurdo, cinéfilo, amante de la lectura, la música, el café y el chocolate. En contra de las farsas sociales. Otro venezolano emigrante.
Mi Valedor es una organización no gubernamental y sin fines de lucro. Nuestras actividades son posibles gracias a los donativos y al generoso apoyo de personas como tú.
Haz un donativo aquíEl pasado fin de semana, los valedores tuvieron la oportunidad de explorar el Papalote Museo del Niño, un espacio divertido que promueve el aprendizaje a través del juego. Situado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, este museo ofrece experiencias interactivas donde los visitantes pueden involucrarse activamente en temas de ciencia, arte, tecnología y […]
Con olor a tortillas recién puestas al comal y atolito mañanero, nos dimos a la difícil tarea de rendir homenaje al maíz en apenas 45 páginas. Mientras escuchas el Valemix que preparamos —una selección musical tan suave como un tamal y tan crujiente como una tostada— te invitamos a desgranar sin prisa esta edición. Conoce […]
Hace unos días, Mi Valedor tuvo la oportunidad de visitar la exposición Cinco décadas en espiral de la artista Magali Lara, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). Esta muestra retrospectiva ofrece una mirada profunda al trabajo de Lara, una de las artistas más representativas del arte contemporáneo en México. La exposición, que se presenta […]
El pasado fin de semana, los valedores tuvieron la oportunidad de explorar el Papalote Museo del Niño, un espacio divertido que promueve el aprendizaje a través del juego. Situado en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, este museo ofrece experiencias interactivas donde los visitantes pueden involucrarse activamente en temas de ciencia, arte, tecnología y […]
Con olor a tortillas recién puestas al comal y atolito mañanero, nos dimos a la difícil tarea de rendir homenaje al maíz en apenas 45 páginas. Mientras escuchas el Valemix que preparamos —una selección musical tan suave como un tamal y tan crujiente como una tostada— te invitamos a desgranar sin prisa esta edición. Conoce […]
Hace unos días, Mi Valedor tuvo la oportunidad de visitar la exposición Cinco décadas en espiral de la artista Magali Lara, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). Esta muestra retrospectiva ofrece una mirada profunda al trabajo de Lara, una de las artistas más representativas del arte contemporáneo en México. La exposición, que se presenta […]