En una reflexión sobre la invisibilidad de las personas en el espacio urbano, publicada en la Gaceta UNAM, el escritor J.M. Servín menciona a Mi Valedor como una organización que rompe con esa lógica de exclusión. A través del arte, la escritura y la presencia pública de sus valedores, el proyecto se reconoce como un acto de resistencia frente a la indiferencia social.