Un periódico sin lectores no sirve de nada, se muere. Un medio de comunicación que no logra conectar con una comunidad, con una audiencia fiel se torna irrelevante. Por eso los diarios vivirán mientras existan quienes los lean y ese es el caso de Mi Valedor, el primer y hasta ahora único ejemplo de prensa callejera en México, que ha logrado formar una comunidad a su alrededor.