Descripción
Hay una canción de la Maldita Vecindad que describe a esta ciudad como un “gran circo”, quizá sea más preciso hablar de ella como un gran tianguis, un espacio en el cual cada recoveco es utilizado para ofrecer las más diversas mercancías: basta un pedacito de calle sobre el cual exhibir cualquier objeto para ser parte de la dinámica de compra-venta con la que se mueve todos los días, a todas horas, la Ciudad de México. En este tianguis hay de todo: lo que se come, lo que se viste, lo que embellece, lo que ilusiona, lo que juega, todo y para quien quiera, sólo hay que aguzar la mirada, afilar el oído, refinar el olfato, expandir el gusto y adiestrar el tacto para que no te den pirata por original. Hay que acostumbrar los pasos al trajín de este gran tianguis para moverse bajo sus lonas rosas, sus techos de lámina o las sombrillas gastadas que cubren de la intemperie y saber gozar, entre risas, lo que nos brinda, como las imágenes puntillosas de este calendario.
Pávido Návido
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