¡Hola vecino!
En pleno empoderamiento de las minorías, surge la segunda edición hecha enteramente por los vendedores de la revista Mi Valedor. Como parte de la edición número 21 hicimos un ejercicio llevado a cabo por los mismos valedores en la calle de Bucareli número 69, donde nos dio por echar un vistazo a la vecindad, rescatando la sana convivencia vecinal, compartiendo el espacio y el tiempo.
Nos dimos cuenta de que hay vecinos de todo tipo: cercanos, lejanos, despreocupados, ignorados, ajenos al barrio, vecinos de negocio, el de arriba, el de abajo, de pupitre, de cubículo, de silla, de penas y gracias y, por qué no, hasta de desgracias.
A veces podemos contar con vecinos que nos ayuden cuando estamos solos y tristes, pero también están los vecinos molestos, como los que no dejan dormir o los que no ponen la basura en su lugar, los que hacen fiestas, los que tiran el agua, los que no piensan en el otro, los que tienden su ropa en donde no tiene que estar… O, peor aún, otras veces se imponen prácticas vecinales que no dejan llegar a acuerdos para vivir en armonía y santa paz.
En Mi Valedor abogamos por una comunidad unida, incluyente y plural, donde todos tengan una voz. Buscamos unirnos como unión vecinal. Es por esto que esta carta la hicimos en comunidad entre los valedores que venimos de distintos lugares, pero que aquí somos vecinos. Y recuerda: no le hagas a tu vecino lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
¡Y pon la basura en su lugar, por favor!
Los Valedores
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