¿El Zócalo alcanza para sepultar… la basura?

El Zar de la Basura II

Los viejos pepenadores reciclaron el nombre de su líder y lo hicieron con el nombre de su agrupación: “Unión de Pepenadores Rafael Gutiérrez Moreno”. Hoy continúan con el dominio de los desechos.

En la historia de la basura de la ciudad ya no todo es igual. Hace unos 25 años apareció un nuevo tipo de basura: “La basura electrónica”, que también se identifica como Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).

Ante la clausura de los viejos espacios de disposición, se forzó a muchos recolectores y pepenadores a tomar sus camionetas para ir a la calle y hacerse de estos “nuevos productos”. Seguramente usted los ha escuchado por las calles: “Se compran refrigeradores, estufas, lavadoras y hornos de microondas”.

Hoy, esa basura electrónica se solicita a todo lo ancho y largo de la ciudad y su zona metropolitana… Pero tiene un destino común: la colonia Renovación.

Ahí, en La Reno, miles de recolectores y recicladores (padres, madres, hijos y demás allegados), se dedican a obtener los materiales más preciados en el reciclaje (oro, plata, cobre, etc.), con los que mensualmente se llegan a acumular y a vender entre tres y cuatro contenedores hacia China.

En China se reprocesan nuevamente los materiales para producir otros productos que son reenviados a la vida de nuestro país y otras naciones.

Hay que señalar que no existe ningún registro formal de esta actividad. Nadie externo al negocio sabe exactamente “qué se vende”; “a quién se le vende”; “dónde termina” y qué sucede después con esos materiales.

Toda la estructura que se construyó para la organización y el manejo de la basura ha sido siempre difícil de comprender, dada su complejidad social y económica.

Por eso resulta difícil imaginar un futuro distinto en las condiciones actuales. ¿Será posible?

Momentos de la basura

La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) vive este proceso, cuyo análisis puede hacerse si se conjugan los elementos administrativos, políticos, urbanos, sociales y ambientales que se generan a su alrededor.

Dentro de las características integrales que se encuentran en la CDMX, se pueden identificar cuatro etapas de desarrollo para analizar estos cambios:

1. Un primer momento de consolidación, abarca desde 1824 hasta 1940. Sitúa a la ciudad en una fragmentación del antiguo Distrito Federal bajo dos áreas urbanas características: el Departamento Central, compuesto por tres delegaciones políticas (que antes fueron municipalidades) y un área urbana con las trece restantes.
2. Un segundo momento va de 1950 hasta principios del siglo XXI. En este período, la ciudad y sus alrededores crecieron y se expandieron hacia la periferia. Esto resultó en la creación de la categoría Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM). Ahí conviven todas las problemáticas de organización local y estatal. No tiene un sentido único de gobernanza y mantiene una disociación de objetivos que generan nuevos problemas urbanos.
3. Un tercer momento de consolidación metropolitana se desarrolló en la primera década del siglo XXI. La ZMCM creció también y obligó a establecer una nueva categoría que es la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), la cual agudizó los problemas administrativos anteriores.

Por último, el complejo, resultado de los tres momentos descritos, terminó con la consolidación metropolitana de una Megalópolis con siete estados.

Se estima una población de 55 millones de habitantes que viven en 553 municipios, 16 alcaldías de la CDMX y centenas de actores ligados al quehacer político que han irrumpido en esta región.

Al hablar de la basura de esta zona y de la llamada Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (GRSU), el resultado final es un complejo mundo donde la informalidad ha proliferado.

Las precarias condiciones de trabajo para los recolectores y pepenadores están vigentes, y existe una ausencia de controles ambientales que nos obligan a investigar lo que sucede.

¿Las autoridades se dan cuenta de las pésimas condiciones laborales de los recicladores y pepenadores que trabajan en esto?… Lo dudo mucho.

La basura electrónica

Actualmente en la ZMVM se presentan problemáticas muy similares, tanto en el centro como en la periferia. Cuando apareció la “basura electrónica” se inauguró una nueva forma para su recolección. Ya no fue igual que con los demás tipos de basura. Obligó a los pepenadores a salir a las calles a buscarla. Esto facilitó el crecimiento de la informalidad. En todos los niveles.

En ello participan hombres, mujeres, personas de la tercera edad y niños. La edad no es importante para el trabajo. Y las autoridades no dan cuenta de estos problemas. Esto desemboca en un manejo arbitrario, no controlado y sin registro por parte de los gobiernos locales y estatales.

Hay una situación preocupante en el manejo de la basura electrónica. Los altos niveles de toxicidad de esta basura rebasa fácilmente los niveles de la basura común y corriente en los residuos cotidianos.

Su origen se debe a la elevada presencia de productos químicos con los cuales se fabrican y se diseñan estos aparatos para ser comercializados masivamente.

Pero, ¿a quién le interesa su destino cuando se convierten en basura?… A nadie.

Cadmio, mercurio, plomo, selenio, zinc, cobre. Todos están presentes en los aparatos eléctricos y generan daños a la gente que trabaja con ellos.

¿Los problemas? Cáncer, problemas hormonales, enfisema pulmonar, daños renales… Y muchos otros.

Si ya se sabe lo que sucede con el manejo informal de los desechos, ¿por qué no se actúa en consecuencia? La 4T quizá no se ocupe de esto. Pero quiere acabar con la corrupción.

En todo esto está metido Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, hijo directo del Zar de la Basura.

¿Por qué no aparece Cuauhtémoc en este asunto?… NPI.

Espero que con la 4T nuestras instituciones no queden en la basura… como un tiradero, en un agujero, ¡o abandonadas!

¡Vientos huracanados!, si no me ponen a reciclar basura en una camioneta nos veremos por acá la próxima semana…