Abejas de Barrio, el apiario de Xochimilco que nos enseña la importancia de cuidar a las chambeadoras de la miel

Abejas de Barrio, el apiario de Xochimilco que nos enseña la importancia de cuidar a las chambeadoras de la miel

16/02/2024
Por Alejandro Peña

Abejas de Barrio es una empresa mexicana dedicada a la preservación de las abejas por medio de la práctica apícola, así como a la comercialización de miel y productos derivados de la colmena, según indican en su página web.

Sandra Corales, su directora general, conversó en exclusiva con Mi Valedor sobre su trabajo diario y otros datos de interés. El nombre de la empresa surgió por generar una identidad con el lugar donde se ubican. “Para las abejas es muy importante el ecosistema, y en este caso es Xochimilco, con sus canales, chinampas, vegetación, aves migrantes y nativas, flores tradicionales y las que trajeron. Xochimilco está dividido en barrios, que tienen sus tradiciones, festejos, y toda esa identidad debía ser parte de la organización, empezando por el nombre“, comenta.

Sandra Corales, directora de Abejas de Barrio – Foto de Abejas de Barrio

Sandra comenzó en el 2016 trabajando con campesinos y apicultores con más de cincuenta años de experiencia, pero fue en 2019 que consolidó, junto con una amiga diseñadora, un espacio propio, y por ende lograron más autonomía. En la actualidad se ubican en Xochimilco, porque las zonas en las que se practica la apicultura deben estar alejadas de las urbes. “Las chinampas son lugares ideales para la apicultura. Son zonas rurales donde se siembra, hay mucho verde, campo, flores. También están Tlahuac, Milpalta, Tlalpan. Hay varias alcaldías con zonas rurales“, indica.

Como Xochimilco es un destino turístico, les ayuda esa visión de cuidado, que se suma a la ambiental. Además, es patrimonio de la humanidad, lo que ha generado mayor conciencia de la importancia de preservar la zona, de hacer un buen trabajo de conservación, para heredarlo a generaciones futuras. Representa un espacio de resistencia, pero también de oportunidad, ante el cambio climático y las crisis ecológicas.

Zona de Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Hoy en día se concentran en la formación de nuevos apicultores, resaltando la conexión con nosotros mismos como parte de la naturaleza. Esperan convertirse a mediano plazo en una escuela de apicultura en Ciudad de México. Para ello han comenzado a impartir cursos, que pronto esperan formalizar con la entrega de certificados.

En sus actividades educativas, enseñan que la apicultura es en sí misma una labor de producción con incidencia en la polinización, que genera sentimientos y efectos positivos, pues se enfoca en crear y conservar, como toda actividad de campo. La cuestión es sensibilizar a las personas en el ámbito agropecuario; mostrar cómo relacionarse con los demás, cuestionar el lugar del humano en el mundo y así adentrarse en temas sociales y políticos.

Hace dos años comenzaron a trabajar con niñas y niños de las chinampas, los que viven alrededor de los canales, que tienen padres jornaleros y planteros. Les dan cursos de verano y primavera, para que aprendan sobre las abejas y el entorno en el que viven ellos mismos. Los dictan durante todo el año, y participan profesores especialistas en huertos, remo, kayak, entre otras ocupaciones.

Apiario en Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Apiario en Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Asimismo, han establecido alianzas importantes para capacitar en zonas como Chacahua en Oaxaca, en San Luis Potosí, en la Costa de Guerrero y en el Mineral del Chico, Hidalgo. “La intención es seguir expandiendo la comunidad, hacer colmena, para trabajar por el bienestar, por una relación positiva con la naturaleza, con lo que somos, con la comunidad, y caminar, volar hacia eso“, subraya Sandra.

Cuando Abejas de Barrio se acerca a las comunidades, suele contar la siguiente historia: “Hubo algún día un apicultor, nadie nunca aprendió su trabajo, la persona murió y las abejas se perdieron“, porque esa es la realidad de muchos pueblos. “Aunque sí existen aún lugares que tienen muy presente la apicultura, como Mérida en Yucatán, siendo el primer estado productor de miel, y es algo generacional, tanto así, que la mitad de la miel que se produce en México viene de allí. Veracruz también es un estado apicultor importante“, resalta Sandra.

Pero en general, ha habido un abandono progresivo del campo que hay que revertir. Lo primero es quitar el miedo a las abejas, aprender a aprovecharlas y luego ver cómo trabajar con ellas. Abejas de Barrio tiene otro apiario en Veracruz en asociación con otro apicultor. Se encuentra en una zona de producción de naranjo, donde las abejas recolectan el néctar de esas flores, y la miel que se produce es de naranjo, con un alto valor gastronómico“, nos informa, a la vez que aclara que su empresa ha preferido dedicarse más a la educación que a la producción.

Los retos de los apicultores

Sandra señala que uno de los retos que se presentan cuando se crían abejas es el espacio donde deben estar. Las colmenas tienen que ubicarse a una distancia de alrededor de 200 a 400 metros de las áreas habitacionales, porque de lo contrario se considera un riesgo, “las chinampas son lugares ideales para las abejas, pero el crecimiento de la población hace temer que en algún momento crezca la zona habitacional circundante, por ejemplo, si construyen un hotel“.

Otro sería el uso de pesticidas. “Al estar localizados en zonas agro-rurales, los vecinos usan gran cantidad de agroquímicos para mantener sus plantaciones de flores. También existen invernaderos cerrados que las abejas no pueden visitar. Todo eso altera la producción. Los pesticidas no existían antes de la revolución agrícola, por lo que los insectos no los tenían en cuenta. Eso les puede causar daños neurológicos, según algunos estudios que se han hecho“, expresa.

Los pesticidas han llevado a que exista una crisis de los polinizadores, y la idea es parar y reflexionar sobre lo que estamos haciendo para incluso garantizar nuestra sobrevivencia como especie. La naturaleza es hermosa y yo recomiendo que todos al menos un día vayan a un apiario“, añade.

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

El cambio climático es otro gran reto. Sandra manifiesta que “en años recientes ha habido menos lluvia. Eso se refleja en la producción de miel, porque se reduce la cantidad de flores. Eso ha afectado el calendario apícola. Los apicultores de antes cosechaban hasta 80 kilos por colmena, hoy el promedio es de entre 15 y 20 kilos por colmena“.

México como productor de miel en el mundo

De acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en el 2021, “la producción de miel en México totalizó 63 mil 362 toneladas, lo que significa un crecimiento de 17 por ciento en comparación con las 54 mil 165 toneladas registradas un año atrás“, esto significa, con base en datos entregados por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), que “el país se ubicó en 2020 como el noveno productor de miel a nivel mundial y el décimo tercer mayor exportador. La mitad del volumen se consume a nivel nacional“.

SADER informó “que la explotación de las abejas se da principalmente en el sureste del país, en entidades como Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas. Actualmente hay alrededor de 43 mil apicultores en todo el país, registrados en 508 asociaciones ganaderas especializadas en apicultura”.

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Por su parte, Sandra afirma que “México le vende a Japón, Alemania, Medio Oriente“, y añade que de las más de 62 mil toneladas de miel que se producen en promedio, “la mayoría va para exportación. Es miel orgánica, sin residuos de pesticidas. Los apicultores pasan por muchas certificaciones y controles de calidad. El consumo por persona al año es de 300 gramos de miel“.

¿Existe apoyo del gobierno?

En cuanto al apoyo que reciben por parte de las autoridades gubernamentales, Sandra explica que “hay programas para el campo. Uno es de la Comisión de Recursos Naturales que abre convocatorias. Hay apoyos, pero lo que se pueda hacer con el campo siempre es poco. No sólo no se está apoyando a los apicultores que hay, si no que no se está fomentando a los nuevos apicultores, y es lo que tenemos que lograr también. Tendría que haber en ese aspecto una agenda muy fuerte. Sí hay apoyo, dinero para los apicultores, pero no como quisiéramos“.

Una de las cosas más importantes de los países es su seguridad alimentaria, y no solamente que consumamos alimentos que nos quitan el hambre sino alimentos que nos nutran, y entre ellos está la miel“, considera, y expresa que agricultores y apicultores han pasado por muchas etapas. Ha tenido contacto “con apicultores con más de cincuenta años de experiencia y no creen en las nuevas tecnologías, en los avances científicos, porque han tenido una historia de rechazo, que no se les paga lo justo, no se les considera como parte importante de la cadena productiva. Hay muchas cosas que hacer con las personas que trabajan en el campo para llevarles dignidad“.

A partir de su experiencia, ha conocido a apicultores que se desmotivan por lo mucho que invierten y lo poco que ganan, pero en Abejas de Barrio han recibido a algunos que han recuperado su entusiasmo por el oficio, luego de participar en los talleres y ver que la gente les demuestra gran interés.

Apiario en Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

El gobierno siempre debe tener subsidiado al sector apicultor. Y hoy que nos hablan mucho del consumo de productos orgánicos, agroecológicos, esa transición agroecológica requiere mucho tiempo, capacitación, pero hay que comenzar a hacerla porque ya estamos sufriendo los estragos. Hay mucha documentación sobre el uso de pesticidas en el campo. Xochimilco fue alguna vez un gran productor de alimentos sin uso de pesticidas. Actualmente ya no produce como antes. De hecho se dice que su nivel de producción llegó a alimentar a todo Tenochtitlan hacia 1500. Hay que valorar ese conocimiento y las personas que están allí resistiendo“, asevera Sandra.

De igual manera, asegura que falta organización entre apicultores para poder incidir en las políticas públicas. Aunque apunta que existen ciertos líderes en la materia, al mismo tiempo reconoce que no hay una agenda conjunta ni concreta. “Ha sido complicado. Se trabaja mucho de forma individual, y ese es otro trabajo, coordinar esfuerzos“.

Los recursos para las abejitas

Los recursos de Abejas de Barrio provienen especialmente del apiturismo, con las visitas que realizan grupos y personas al apiario. Algunos medios de comunicación e influencers han compartido sus visitas al lugar, y así cada vez los han conocido más, incrementando la afluencia.

El apiturismo “nace de la necesidad de que la gente quiere vivir la experiencia. Quieren saber qué sucede con las abejas, cómo recolectan el néctar, cómo lo convierten en miel. La gente está interesada por los procesos. Es hermoso que podamos ver juntos cómo sucede esta magia de la elaboración de la miel. Hace cincuenta años esta era una actividad más cercana, conocías o tenías cerca a un apicultor, hoy es algo más extraño saber que alguien es apicultor. Cuando alguien se presenta como tal, la gente se extraña y comienza a preguntar cosas. También interesa mucho conocer la miel pura, directa de las colmenas“, dice Sandra.

Apiario en Xochimilco – Fotos de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

De igual modo reciben ingresos de los talleres que dan y del programa “adopta una colmena“, con el que familias, empresas y particulares adquieren una colmena propia. “Al año se les entrega su cubeta de miel, y durante todo ese año la gente puede ir y aprender apicultura. Eso ha ayudado mucho a fortalecer la comunidad“, expresa. Por lo que se refiere a la venta de sus productos, como elaboran miel en pequeñas cantidades, la venden a ciertos clientes. Paralelamente, expenden dulces, cremas, propóleo y jabones.

Abejas de Barrio produce miel de chayotillo (o “maleza”, y aunque la gente suele arrancarlas porque las considera antiestéticas, la realidad es que dan mucho néctar); miel de eucalipto, que podría denominarse multifloral, porque sale del muérdago, que es una planta parásita; en Veracruz tienen miel de naranjo; e igualmente elaboran miel de mangle. Para ello, trasladan a las abejas hacia Tampico, donde está ese arbusto, en la costa. Se dice que posee un sabor con toques salados, por el mar.

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

La academia es una gran aliada

Por su parte, el mundo académico ha estado muy pendiente del proyecto. Hasta ahora se han escrito cinco tesis en universidades públicas: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), lo que ha impulsado aún más la visibilización. “También a generar un diálogo para decir que las abejas son importantes y merecen tener las mejores condiciones para hacer su trabajo. Para tener miel es necesario que las abejas estén sanas y se fomente eso. Creo que el camino es lento pero seguro, en cuanto a recomenzar una relación más sana con otras especies” agrega.

Sandra asegura que ahora nuestra lejanía con el campo está más presente que nunca, “yo, con los grupos de estudiantes universitarios que nos visitan, les digo que esto para nuestros abuelos hubiese sido gracioso, pagar para ir a un apiario. Ahí justo entrarían las políticas públicas, en incluir en la educación que los niños puedan visitar el campo, ver cómo se siembra, cómo crece una colmena”. Han tenido acercamientos con escuelas que tienen una visión de pedagogía alternativa, pero a fin de cuentas son pocas. Según su punto de vista, es importante profundizar en esto, porque “nos hace más sensibles a la hora de comprender las relaciones entre humanos y con otras especies”.

¿Qué debemos aprender de las abejas?

Yo le digo a la gente que nos parecemos mucho a las abejas, porque a veces se organizan, pero también roban. Entre colmenas se roban la miel, y ahí nos parecemos (risas)”, cuenta Sandra al preguntarle qué debe aprender la sociedad de los antófilos.

Debemos aprender de ellas muchas cosas, porque son un indicador de la salud del planeta. En temas evolutivos sabemos que las abejas vienen de avispas que se alimentaban de insectos. Dejaron de comerlos y comenzaron a alimentarse del néctar de las flores, y empiezan a nacer las primeras plantas con flores, y las flores y las abejas hacen un intercambio, una simbiosis. Para que hubiera evolución hubo cooperación. Generalmente cuando aprendemos evolución nos dicen que es competencia entre especies, y no, también es cooperación, y una de las cosas que nos enseñan las abejas es justo la cooperación”, explica.

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Sandra dice que otra cosa que nos enseñan estos insectos es que cada uno desde su rol contribuye a un bien común. “La reina tiene que poner huevos, no manda, está subordinada a la colmena. Y de hecho, este concepto de la colmena es muy europeo, porque cuando visitas a las comunidades mayas y conoces su trabajo con las abejas nativas, ellos no le llaman abeja reina, sino abeja madre. Es otra cosmovisión de los tipos de abeja que hay”.

Esta crianza de abejas “nativas” es conocida como meliponicultura, y es una práctica milenaria que consiste en trabajar con aquellas que no tienen aguijón, o meliponinos, y se caracterizan porque son muy sociales. Habitan solamente en áreas tropicales y subtropicales del mundo. Se han identificado más de 400 variedades y en México están reportadas 46 diferentes, según la Universidad Veracruzana.

Apiario en Xochimilco – Foto de Abejas de Barrio

Siempre me gusta hablar del enjambre, que son los que cuelgan de los árboles. Ese es el momento cuando las abejas están en tránsito, es decir, que van a buscar una casa. Ese momento es un volver a iniciar de las abejas, es cuando salen de sus colmenas, y posiblemente las maten, no encuentren hogar, pero se aventuran, es un reinicio. Eso es fundamental con las abejas, es volver a empezar”, reflexiona Sandra en cuanto a otra enseñanza valiosa que nos dejan estos insectos.

Los valedores fuimos a volar un rato por el apiario

En 2024, planean consolidar alianzas con otras organizaciones, como Mi Valedor, para crecer y fortalecerse todavía más. “Es muy bonito ver el apoyo de personas, empresas, organizaciones e instituciones. Por ejemplo, el año pasado aparecimos en un catálogo de experiencias UNESCO. Y estuvo con nosotros, pasaron el fin de año acá y nos reconocieron como un proyecto que trabaja por las abejas y la polinización”, concluye Sandra.

Mi Valedor realizó un recorrido en enero de 2024 por las instalaciones de Abejas de Barrio en Xochimilco. Los valedores tuvimos el gusto de visitar el apiario y conocer muchos datos interesantes. Fue una experiencia divertida y didáctica a la vez. Ese día, nos quedamos con un muy buen sabor de boca.

Valedores en apiario de Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Valedores en apiario en Xochimilco – Foto de Arturo Soto

Valedores en apiario de Xochimilco – Foto de Arturo Soto

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Alejandro Peña

Alejandro Peña

Valedor y periodista a tiempo completo. Zurdo, cinéfilo, amante de la lectura, la música, el café y el chocolate. En contra de las farsas sociales. Otro venezolano emigrante.

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