Erin Lee se adentra en lo más profundo de los barrios para descubrir diversos tipos de prácticas que marcan a la capital y que se han convertido en un sincretismo de ideologías y creencias.
Rosa y yo éramos las encargadas de la panadería en el convento. Nos despertábamos a las cinco de la mañana para poner a fermentar la masa y tener el desayuno listo a las ocho en punto. También éramos las encargadas de hacer el café y de calentar agua para el té. Hacíamos conchas, pan de […]