I Jorge y Cassiel contaron los billetes que sacaron de sus pantalones. —$200, $400, ¡$600 varos! ¡No mames, casi no la armamos! —exclamó Jorge resignado, pero soltando una risita. A un costado, un señor con una misteriosa bolsa negra miraba a Cassiel de arriba a abajo. —La neta ya ni dan ganas de salir […]