Para entrar en Tenochtitlán hay que cruzar un umbral angosto, custodiado por la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo. Después, estÃmulos visuales se imponen ante los ojos con brillantes colores y estampados en forma de cientos de relojes, botellas de perfumes, artÃculos eróticos y otras mercancÃas colocadas ordenadamente en las rejas de los puestos. […]