Para planear el cambio, no resulta suficiente entender una problemática desde la comodidad de la distancia. Toda buena política necesita de la voz de quienes experimentan una dificultad en carne propia. Zella Knight, quien atravesó varias instancias de precariedad, relata el proceso mediante el cual ha sido posible traer el tema de la vivienda justa y accesible a la agenda política.
Martin Luther King Jr. dijo una vez: “El poder entendido correctamente no es más que la capacidad de lograr un propósito. Es la fuerza necesaria para lograr un cambio social, político y económico”. Esta no es sólo una cita para reflexionar durante el mes de la Historia Afroamericana, es una teoría del cambio para quienes realmente desean transformar el sistema.
Si en verdad buscamos “Vivienda para todos”, por ejemplo, tenemos que invitar a la mesa de formulación de políticas a las personas que han vivido una experiencia de falta de hogar o de inseguridad en cuanto a vivienda. Si quieres entender qué necesita cambiar social, política y económicamente para lograr este objetivo, debes ponerte en nuestros zapatos y valorar nuestras voces. Y eso es justamente lo que hizo el Housing Playbook Project al crear su Nuevo Acuerdo para la Justicia en la Vivienda: lo hicieron con nosotros, no solo para nosotros.
Te pondré en mis zapatos por un momento. Mi camino comenzó en un vecindario de clase media alta, donde crecí. Tiempo después, debido a una condición médica, cardiaca para ser exactos, ya no podía pagar el alquiler y se me proporcionó un vale de elección de vivienda. Sin embargo, debido al clasismo, el racismo y el sexismo, los dueños de propiedades en el vecindario en el que viví toda mi vida no lo aceptaban.
Finalmente encontré a un propietario que sí lo validó, pero al poco tiempo convirtió mi humilde hogar en un condominio a valor de mercado y usó la “protección de desalojo con justa causa” para sacarnos a mí y a mi familia. Desde entonces, me vi envuelta en un ciclo de vulnerabilidad e inestabilidad de la vivienda, es decir, sin un techo seguro. Estuvimos sin hogar durante tres años y sin los servicios básicos esenciales para vivir. Mientras trabajaba para generar recursos en un esfuerzo por salvar a mi familia, fuimos segregados, discriminados racialmente, traumatizados y criminalizados. Con cada paso hacia delante que dábamos, se nos presentaba un reto mayor.
Más tarde, a través de la escuela de mi hija obtuvimos servicios de albergue, atención médica y alimentación. En 2010, me convertí en Comisionada de Vivienda para el Condado de Los Ángeles, decidida a crear conexiones entre los diferentes servicios que la ciudad ofrecía con el fin de agilizar el proceso para quienes, como yo, necesitaban ayuda para navegar por el sistema.
Muchos de mis colegas recorrieron un viaje similar al mío, de incertidumbre con respecto a la vivienda. Nos dimos cuenta de que no se nos valoraba como personas. Gracias a lo que viví, mi activismo generacional me impulsó a tomar acciones en el asunto y me involucré con organizaciones como Resident United Network (RUN) y Community Change.
Mi organización me brindó la oportunidad de compartir mis experiencias con el ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro. Luego, Community Change me pidió que fuera parte del desarrollo del Housing Playbook, un conducto para que la Administración de Biden cambie los males históricos que crearon desigualdades como las que yo viví y se logre hacer realidad la vivienda accesible y justa para todos.
Así como los Bucaneros de Tampa Bay usaron el poder de cada uno de sus jugadores para ganar el Súper Tazón, el Housing Playbook Project usa el poder de los más afectados para encontrar soluciones que tumben las barreras hacia una vivienda segura y asequible. Al basarnos en las personas afectadas, podremos implementar políticas equitativas que aborden los temas que nos llevaron a este lugar desigual y, en última instancia, que nos permitan salvar vidas.
Esta columna es posible gracias a la coparticipación de Community Change y la Red Internacional de Periódicos Callejeros de Norteamérica.
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Haz un donativo aquíCortesía de INSP.ngo, y traducido al español por el equipo editorial de Mi Valedor.
Zella Knight es comisionada de vivienda del condado de Los Ángeles, organizadora de Resident United Network y colaboradora del New Deal for Housing Justice de Housing Playbook.
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