Viajamos al pasado, a la época en que esta familia tenía una panadería, y todas las vicisitudes que entonces se vivían, los diferentes panes que se horneaban y un par de anécdotas que tiñen de vida la memoria.
Nos adentramos en el diario de una abuelita para conocer cómo eran las cocinas hace tantos años que cuesta contarlos en la memoria, y descubrir las usanzas y trucos de aquel entonces para mantener todo sin usar aparatos ni refrigeradores.