Alain Derbez nos sorprende con un breve poema en honor a la Ciudad de México, ¿o deberíamos decir al Distrito Federal? Sin importar lo que era, lo que es o lo que será, nada borra el deseo de ser mexicano.
Este poema de Alejandro Zambra no es para leerse de golpe y corrido, sino para detenerse, pausar el tiempo, regresar, volver, y saborear todas las historias que unas cuantas líneas contienen.