Cada dos o tres cuadras, en cada colonia, habÃa una panaderÃa. La nuestra era la panaderÃa de La Rosa. Ahà estaba, a cuadra y media de la casa, la más famosa del barrio. Antes de llegar a ella, se adivinaba el santo olor de la panaderÃa. Era iluminada, con un largo mostrador en donde exhibÃan […]