Tenía yo una intuición severa acerca de ir o no ese día al Zócalo. La gente sabe siempre qué calle sigue: los nombres, los héroes, los hechos, los días, son aceptados por esquinas y no por sucesos. Hasta cierto punto era real tener miedo asistir a un lugar de batallas y de sacrificios, tener presente […]
Para llegar al zócalo, Tatiana y yo hemos tardado más de lo previsto. No sabíamos, aunque tendríamos que haberlo imaginado, que también aquí estaría todo destruido. Las últimas calles fueron las más complicadas: los cráteres, los coches abandonados a su suerte y las enormes barricadas nos presumen los vestigios de los tiempos agotados. Y para […]