Urdir

09/10/2023
Por Juana Inés Dehesa

Es de esas palabras que suena rara y ajena, cuyo uso tal vez ya no es tan extendido, y
que sin embargo alude a una práctica que, esa sí, ejercemos los seres humanos de
manera cotidiana y en todas y cada una de sus acepciones. Se puede usar como
sinónimo de tejer, y es tan vasta y tan universal como ésta. Si bien la especie humana no
tiene el monopolio en esto de tejer y de urdir —las arañas, pensando en el ejemplo más
evidente, construyen estructuras fantásticas de hilos delgadísimos y pegajosos en los
cuales quedan atrapadas todo tipo de criaturas que constituyen su alimento, y aunque
son las primeras que nos vienen a la mente, no son las únicas: las células producen
ejemplos incontables de tejidos y redes, los átomos se unen formando cristales de
filigrana helada, los gusanos secretan una sustancia que se trenza y se endurece para
preparar la metamorfosis—, sí somos los que ejercen esta tarea de manera más extensa
y variada.

Las personas, los hombres y mujeres, urdimos historias, por ejemplo. Tomamos varios
elementos —un lugar, un acontecimiento, un puñado de personajes— y los vamos
uniendo a través de hilos invisibles —estos dos se quieren, aquellos se tienen envidia,
ésta sólo iba pasando y se quedó a ver qué pasaba— que después compartimos con
otros seres iguales a nosotros, quienes muy probablemente tomarán ese tejido, ese texto,
y lo compartirán con sus cercanos, añadiendo nuevos elementos de su propia cosecha.
Así, cada sociedad tiene sus narradores —urdidores— profesionales, a quienes les
atribuye el don y la tarea de pensar en historias, ponerlas por escrito y transmitirlas a
otros, y existen también urdidores aficionados, cuyo talento innato los convierte en los
mejores narradores de historias cotidianas, y en visitas enormemente codiciadas. Y no
nos entendemos sin contar, sin crear historias y sin recontar.
Urdimos, además, intrigas. Y eso también forma parte esencial de lo que nos distingue
como especie. No es que sea el rasgo del cual debamos enorgullecernos más, pero es
verdad que buena parte de nuestra historia está cimentada en lo que un grupo de
personas decidió secretamente hacer para liberarse o vengarse de tal o cual otro grupo.
Concebir una serie de acciones, comunicarlas a otros, ponerlas en práctica y evaluar los
resultados, es también una forma de urdir, de tejer, y —unos con más veneno y mayores
alcances que otros— la llevamos a cabo a diario.

Está, además, la acepción más obvia; la de tomar agujas, o gancho, y estambre, y
convertir a una madeja informe en una prenda de abrigo. Esto, que mucho tiempo se
entendió como labor femenina, y propia sobre todo de personas mayores, o que se
vinculó con cosas terribles como la rueca de la Bella Durmiente, con el tiempo, un
ganchito, la pandemia y el furor por el mindfulness —ese término omnipresente hoy en
día que se refiere a la capacidad de estar presente y poniendo atención a lo que se
hace—, esto de tejer se ha vuelto una actividad muy socorrida, y no es raro encontrar
tutoriales y videos en internet donde aparecen seres humanos de todos los géneros,
edades e identidades, construyendo maravillas y compartiendo sus secretos con otros
seres dispuestos a mirarlos.

Por último, los seres humanos tejemos redes. Establecemos relaciones con otros seres y
los convertimos en parte de nuestra vida, y nos volvemos parte de la suya. Más allá de
plataformas sociodigitales y fotitos con filtro, las verdaderas redes sociales, las amistades, los cariños, nos mantienen vivos, cuerdos, capaces de querer y de querernos.

Y aquí es donde los tejidos se trenzan: en estos momentos, en los que el otoño ya llegó y el invierno no tarda, ¿qué mejor que utilizar nuestros espacios en una actividad que no
requiere pantallas ni baterías, que tiene beneficios de corto, mediano y largo plazo, y
que puede resultar en el propio bienestar e impedir al mismo tiempo que otra persona
padezca frío? Señoras y señores, urdamos.

Es momento.

Juana Inés Dehesa

Juana Inés Dehesa

Juana Inés Dehesa es escritora, comunicadora y formadora de usuarios de cultura escrita; le gusta jugar por las laterales y alegarle al ampáyer.

Ustorage México. Renta de mini bodegas

Mi Valedor es una organización no gubernamental y sin fines de lucro. Nuestras actividades son posibles gracias a los donativos y al generoso apoyo de personas como tú.

Haz un donativo aquí

Déjanos un comentario.

Más de Juana Inés Dehesa

  • Misericordia

    Hace algunas semanas se murió mi tía Carmen. Era mi tía abuela y se murió a los 99, y el hecho no me entristece por sí mismo, porque tuvo una existencia más que cumplida, sino porque algo de un mundo que existía, en el que crecimos, en el que fuimos niños nosotros y hasta nuestros […]

  • Miedo a los libros

    Los seres humanos le tenemos mucho miedo a los libros. Y no nos falta razón; estamos tan acostumbrados a verlos, son parte tan habitual de nuestra vida (o deberían serlo, pero ese es otro asunto), que no tomamos en cuenta lo que han significado para la transmisión y evolución de las ideas, algunas de las […]

  • La curiosidad

    Hace algunas semanas, le preguntaron al músico australiano Nick Cave, a través de su blog, si era verdad que pensaba asistir a la coronación de Carlos III, y que qué opinaría de ello su yo de la juventud, tan contestatario. Se trataba, evidentemente, de una provocación, un afán por “poner en evidencia” a una figura […]

Lo más reciente

¿Quieres hacer un donativo?
Copyright © 2020 Mi Valedor
Centro Creativo y de Reinserción Mi Valedor, A.C.
Atenas 32, Int. 11. Colonia Juárez, CDMX
Somos parte de
INSP international network of street papers
Síguenos
  • facebook mi valedor
  • instagram mi valedor
  • twitter mi valedor
  • youtube mi valedor
  • contacto mi valedor
  • spotify mi valedor
Sitio web desarrollado por Soto Comunicación
Revista Mi Valedor

Mi Valedor es la primera revista callejera de México que ofrece un modelo de autoempleo para poblaciones vulnerables (personas en situación de calle, migrantes, madres solteras, personas con capacidades especiales, entre otros). Apoya al proyecto haciendo un donativo.

dudas, envianos un whatsapp