Alberto Rodríguez reúne una serie de fotografías y textos para mostrarnos la otra cara del 68, esa que tantos parecen empeñados en ocultar… o al menos ignorar. ¿Quién envió al Batallón Olimpia y qué papel jugó el 2 de octubre de 1968?
El 2 de octubre de 1968, durante la masacre de Tlatelolco, un grupo de soldados y agentes del gobierno vestidos de civiles realizaron diversas acciones extrajudiciales. Los integrantes de este grupo, llamado Batallón Olimpia, portaban guantes blancos en su mano izquierda como distintivo.
“Actividades estudiantiles procomunistas en México.
Todas las fuentes utilizadas en este documento han proporcionado información confiable en el pasado.
El 4 de octubre de 1968 se obtuvo la siguiente información de una fuente activa en asuntos trotskistas.
La Liga Comunista Espartaco (LCE7 Communist Spartacus League) y otros grupos trotskistas de la Cuarta Internacional se reunieron en la Ciudad de México una semana antes. Estuvieron presentes delegaciones de distintos estados. Juntos formaron un único grupo llamado Batallón Olimpia, que hizo su primera aparición el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas.
Fin de la página uno”.
Informes desclasificados de la CIA y el FBI se refieren al Batallón Olimpia como un grupo estudiantil radical de tendencia comunista que inicia el fuego para simular un enfrentamiento a tiros entre estudiantes armados y el ejército y que, presuntamente, realizó detenciones ilegales, maltratos, torturas y allanamientos de morada.
10. “También es claro que numerosos estudiantes extremistas bien armados estaban cuidadosamente colocados en al menos tres edificios que rodeaban la Plaza de las Tres Culturas. En cuanto a grupos específicos, uno puede concluir a priori que incluirían grupos trotskistas de algún tipo. La embajada ha escuchado por segunda ocasión de un Batallón Olimpia, aunque no parece tener conexión con el 2 de octubre. Parece poco probable que el despliegue de extremistas armados fuera una política acordada de todo el Consejo de Huelga, que de hecho puede no haber sido consciente de ello de antemano. La evidencia resulta incompleta o contradictoria para saber si el despliegue de extremistas armados fue para emboscar a propósito al ejercicio y así provocar una lucha armada en presencia de la prensa extranjera (que sabían que estaría presente), o si era “defensivo”. La embajada se inclina por la primera opción. Tras la evacuación del campus de la UNAM y otras acciones que parecían hacer perder fuerza a los estudiantes, los extremistas podrían haber pensado que había llegado el momento de hacer un último esfuerzo. Como la embajada señaló anteriormente, los extremistas han tenido la opción de frustrar una solución pacífica al provocar violencia”.
Miembros del ejército y del Batallón Olimpia niegan su presencia ese 2 de octubre en la plaza de Tlatelolco. Más de 50 años después de lo sucedido, sigue sin aclararse lo que pasó esa noche. El cruce y ocultación de información y archivos hace imposible saber la verdad sobre la actuación del Batallón Olimpia y la supuesta existencia de grupos estudiantiles radicales, pero, sobre todo, niega la posibilidad de justicia para las víctimas del movimiento estudiantil de 1968.
Artista visual. Utiliza imágenes creadas por él y las combina con otras que han sido encontradas, apropiadas y resignificadas, como parte de un proceso que cuestiona los archivos, investigación y documentación histórica para plantear un relato alternativo que contribuya a llenar los espacios que quedan en el oficial.
Este proyecto forma parte de la edición 29. Jipitecas en onda
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