“El enfoque lo es todo […], cuán distinto se ve este paisaje si uno se aproxima desde el exterior[…] Cómo cambian los escenarios, de acuerdo a con la ruta que uno elija para afluir hacia ellos.”
Henrietta Rose-Innes, 2014. Nínive.
Llevar a la centralización, de forma crítica y consciente, un discurso articulado desde las periferias es resignificar los espacios que lo fueron marginando. Decir que soy, que existo y que hago visibles mis posturas ante mis opresiones: ser mujer, ser mexiquense, ser artista.
En La Esperanza se presenta Ecatep3c no solo es de Morelos, una exposición que forma parte de Curaduría de guerrilla, un proyecto de Oficina Particular que impulsa las prácticas colaborativas entre creativos y gestores para generar vínculos y reflexiones desde el arte a partir de lo común y lo cotidiano.
La exposición —la tercera de seis entregas planeadas para el ciclo— fue curada por Tania Ragasol y está montada tras una vitrina de una tienda de abarrotes. Presenta un diálogo entre piezas de tres artistas de Ecatepec: Paola Eguiluz, Larissa Alcántara y Naohmi TDR. A partir de cuestionamientos sobre cómo es crear y habitar desde el margen de lo que consideramos el centro (de la ciudad, del discurso, del circuito del arte), las artistas presentan obras que no intentan exotizar ni romantizar la violencia con la que se podría etiquetar, en un acercamiento muy básico, a las periferias de la ciudad. Sus piezas son pensamientos tipográficos en voz alta que nos confrontan con nuestros prejuicios sobre lo que pensamos que es Ecatepec.
Fotografía de Tania Uranga.
El montaje de la exposición se opone a la blancura (¿o blanquitud?) y la comodidad de un espacio convencional. El cuerpo es un instrumento que se tiene que adaptar a las incomodidades de un entorno fuera de lo habitual para mirar a través de una ventana indiscreta las realidades que desde el centro pretendemos ignorar.
Paola Eguiluz es una curadora que orienta su práctica hacia la visibilidad de las necesidades particulares de las periferias, principalmente la violencia de género. Y como artista ha indagado en la comunicación desde los juegos tipográficos y los textos coreográficos, así como en la presencia del cuerpo en el espacio. Estos intereses son notorios en su pieza: una escultura tipográfica con lecturas que giran en torno a la visibilidad social y la empatía.
Fotografía de Tania Uranga.
Un poderoso poemario de Larissa Alcántara, artista visual y fundadora de EXISTO —un proyecto colaborativo de gestión de y desde Ecatepec—, confronta la culpa, los miedos y la esperanza de ser mujer en un espacio de violencia y abandono social, a través de la letra.
Fotografía de Tania Uranga.
Y Naohmi TDR presenta una pieza, también construida desde la palabra escrita que, en una paradoja entre forma y contenido, cuestiona la invisibilización de la que Ecatepec es víctima. La composición forma parte de su serie No somos invisibles.
Fotografía de Tania Uranga.
La exposición puede visitarse en General Juan Cano No. 59, San Miguel Chapultepec de lunes a sábado de 11 am a 5 pm. Hasta el 10 de marzo del 2021.
Diseñador gráfico, fotógrafo, tuitero y fan de Shakira. Me gusta la calle, el café con pan y pensar el poder de las imágenes.
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