Antonio Flores García es uno de los artistas seleccionados para la feria de arte independiente FAIN, en su edición 2023. Más conocido por su autoimpuesto sobrenombre Fotógrafo del infierno, su trabajo con la imagen discurre entre los límites de la fotografía documental, el fotoperiodismo y la fotografía de autor.
Antonio ha desarrollado una relación cercana con los artesanos de Tultepec, en el Estado de México, territorio conocido por su tradición pirotécnica pero en el que también trabajan artistas del grabado y la pintura. Su conocida serie de fotografías que documentan la quema de los toros en Tultepec surgió a partir de un encargo escolar, “la raíz de esto fue una tarea de la clase Técnicas Alternativas de Iluminación cuando estudiaba la carrera de fotografía en el Instituto de Fotografía, Arte y Diseño; la primicia era crear un proyecto final con una fuente de iluminación no convencional, no podías usar luz natural, no podías usar flashes, podías usar ciertos tipos de lámparas, pero el uso era muy limitado… recordé esto de la pirotecnia en Tultepec por una novia que tuve y dije: ‘ah, sí, voy a ir y voy a fotografiar’. Cuando volví me enamoré de la luz, de la forma en la que se veían las imágenes resultantes”.
San Juan de Dios es el santo patrón de la pirotecnia en Tultepec. Es conocida su fiesta que se lleva a cabo durante el mes de marzo a la que asisten cientos de personas, entre habitantes de los barrios del municipio y visitantes de otras regiones del país y del mundo. Sin embargo, convivir tan de cerca con quienes conforman ese territorio –como lo hace Antonio– es poder conocer las otras festividades, las chiquitas, las que son de barrio “porque cada barrio tiene un santo o una virgen, son fiestas más ‘locales’ si así le quieres llamar”, apunta el fotógrafo quien porta un sombrero adornado con una grulla.
“Sí, también hago origami, es mi otra faceta de artista y trato de combinarlo con la foto. Conocí el concepto de fotografía expandida que es hacer fotos sin que necesariamente sean fotos, sin que necesariamente sean una imagen bidimensional.” Y me cuenta sobre cómo experimenta con la fotografía y las formas de este arte japonés.
Antonio está trabajando un fotolibro conformado por sus imágenes de las quemas y formado a partir de su otra pasión. “Yo lo hice literal con mis manos porque es un libro hecho a base de origami, la estructura es completamente de origami. ¿Este es libro de artista o es un fotolibro? Para mí son los dos.” Este libro marcará el cierre de su trabajo con los artesanos de la pirotecnia y los danzantes del fuego y será un producto sensorial a la altura de la monumentalidad de sus imágenes: “es una apelación a la mayoría de los sentidos, desde lo visual, lo sensitivo y hasta el olfato, hay una parte que a mí me encanta, que es la portada impresa con carboncillo; cuando tocas el libro, te vas a manchar las manos como ocurre al manipular la pirotecnia; pero también es una imagen que con el uso va a desaparecer”.
Hablar de los límites entre lo documental y lo artístico es también pensar en la forma en que se aborda un evento por la lente de un fotógrafo: ¿desde dónde se captura el momento, desde la búsqueda o desde el encuentro? “Hay una imagen que a mí me fascina, se llama El Ladrón de Estrellas, en la que un toro aparece explotando, pero no se ve el toro, solo se ven las luces en tonos magentas, azules, morados y cianes y un señor que tiene en las manos un pequeño trozo de luz, como si lo estuviera robando. Esa imagen yo la traía en la mente desde hace tiempo, recordando un poema llamado Ha caído una estrella que hablaba sobre un soldador y un niño que iba y se asombraba de ver cómo el hombre soldaba y de ahí emanaba la luz. Dije ‘yo tengo que crear una imagen que haga alusión a eso y a esto que estoy viendo’, ya no iba tanto a documentar, sino a hacer específicamente las imágenes que yo tenía en la mente, las que yo ya había conceptualizado. Cuando terminé de capturar lo que tenía pensado fue que dije ‘ya’ porque podrían pasar más años, podrían pasar 20 años y seguiría con esto”.
“¿Cuándo es la fecha de caducidad? Todavía no lo sabemos, pero hay problemas. La lucha por el territorio empezó en el 2022 cuando quisieron prohibir la Saucera, el lugar de producción más grande de pirotecnia; fue un golpe brutal a la economía. Es una fuente de trabajo para las personas y esto de que quieran convertirlo en un Pueblo Mágico es muy delicado.” A raíz de la construcción del AIFA, hay un proyecto no escrito de volver a Tultepec un Pueblo Mágico con todo lo que ello implica. El fotógrafo cuenta, con cierta nostalgia, que este año fue el primero en que se empezó a cobrar la entrada feria, la cual siempre había sido gratuita, siempre para el pueblo, y mucha gente estuvo en desacuerdo. “Muchas veces la gente no sabe qué pasa con lo que se recauda. Y esta folclorización es empaquetar la cultura y venderla como un mero producto cuando el trasfondo tiene que ver mucho más allá: la quema, la ofrenda, todo esto es un ritual incluso iniciático para los jóvenes, ellos pasan de ser los jóvenes o guerreros del fuego a convertirse en un dios fuego.”
En el 2019, Antonio Flores García ganó la beca Amigos de Mary Ellen Mark para tomar el taller Finding Your Vision en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. Con ello tuvo la oportunidad de conocer a Alex Webb y aprender de él: “fue como conocer a mi superhéroe en ese momento, un referente completo de la fotografía estaba ahí, frente a mí y fue muy influyente. Pensé ‘voy a hacer mis fotos y voy a tratar de usar el contraluz porque me gusta, pero basado en los temas que a mí me interesan.’”
Y es que su conjunto de referentes es amplio, pero también diverso. No solo son Hodaka Yamamoto, Daidō Moriyama y Alex Webb. “Yo creo que de todo aprendes, puedes aprender a hacer fotos desde algo que no es foto, desde el cómic por ejemplo, que tiene la primicia del storyboard, para la fotografía en movimiento”.
No caber exactamente en lo documental, en lo fotoperiodístico ni en lo artístico, pero al mismo tiempo ser parte de las tres es justo lo que construye a la foto como un lenguaje contemporáneo. Sobre el trabajo de Antonio, Trent Park dijo que “se ha sumergido profundamente en el momento y ha puesto al espectador al frente y al centro de este dramático evento”. Algo que me gusta de la fotografías de Antonio es que sí se percibe que está ahí, es muy notoria no solo su proximidad física, también se percibe su cercanía en la escena, en el contexto social.
“Creo que una de las evidencias más claras de estar ahí es que mi cuerpo está lleno de quemaduras. Apenas estaba husmeando en mis cosas viejas y vi que llevo, por ejemplo, tres lentes quemados que quedaron inservibles. Porque dentro de la quema también hay un acto violento”.
¿Y sobre aplicar a FAIN, una feria de arte, siendo fotógrafo? Antonio comenta: “nunca había aplicado a una feria de arte, fue como de ‘vamos a ver si mi trabajo cabe en una’, porque creo yo que debería de haber más fotografía en el arte, es revalorizar la foto a través del mercado del arte.”
FAIN es una feria de artistas que buscan promover su obra sin la representación de un intermediario, un canal para la difusión de la obra de artistas emergentes y que tendrá su tercera edición los días 1, 2 y 3 de diciembre en distintas sedes de la zona centro de la Ciudad de México. En ella podrás conocer el trabajo de artistas como Antonio y ser parte de una reflexión colectiva sobre los lenguajes contemporáneos, el mercado del arte y la importancia de promover el coleccionismo de arte joven que se gesta de manera independiente. Conoce su programa y su ruta aquí.
Nos vemos en la tercera edición de FAIN donde además podrás encontrar a los valedores quienes, a través de la venta de su mercancía (merch y la revista impresa de fotografía de calle que edita la ONG Mi Valedor) pueden generar un ingreso y continuar sus procesos de reintegración social y laboral.
Diseñador gráfico, fotógrafo, tuitero y fan de Shakira. Le gusta la calle, el café con pan y pensar el poder de las imágenes. Twitter: @elarturoso
El 11 de septiembre de 2023, en la sede del Papalote Museo del Niño en la Ciudad de México, se llevó a cabo una conferencia de prensa para presentar la quinta edición del evento What Design Can Do México. En esta ocasión, los codirectores del evento, Ricardo Lozano y Joanna Ruiz-Galindo, estuvieron acompañados por Alejandra Cervantes, directora del museo Papalote, e Isabel Gil, directora de artes del British Council. Juntos compartieron todos los detalles sobre el emocionante programa y las actividades que formarán parte de esta edición.
El viernes 27 de septiembre llega la quinta edición del festival What Design Can Do al Auditorio BB en la Ciudad de México. Este festival se hace cada año en Ámsterdam, Ciudad de México y São Paulo, y es una gran oportunidad para sumergirse en el mundo del diseño. Habrá conferencias de expertos de todo el mundo hablando de los temas más actuales sobre diseño. Pero no solo habrá charlas: también habrá talleres, sesiones rápidas, jams de diseño y clases magistrales. Así que los asistentes podrán poner en práctica lo que aprendan en las pláticas. ¡No te lo pierdas!
¿Cómo podemos pensar lo contemporáneo desde la modernidad? ¿Cómo al desmontar el significado de los símbolos podemos levantar otros que sí dialoguen con nuestra realidad actual?