“Aquí antes era un lago, y después construyeron un estadio. Y eso fue, en parte, lo que lo derrumbó. Pero también lo tiró la gente, o eso es, al menos, lo que cuentan algunas personas…”.
El Estadio Neza 86 vivió glorias mundialistas, fue casa de uno de los equipos más populares de los 90 y alojó eufóricas celebraciones. Hoy está abandonado. Los momentos célebres de los equipos locales se relacionan con el esplendor y el declive del estadio.
La “ola” (popularizada en el Mundial de 1986), una actividad representantiva de cómo se organiza un grupo humano para un fin común, es pensada en este proyecto como un ejercicio capaz de derribar una estructura. Pamela Zeferino plantea esta pregunta a arquitectos, ingenieros e investigadores.
Artista visual. Se cuestiona los límites de las construcciones y las estructuras, en lo físico y en lo histórico, los factores a los que se resisten y las fuerzas que podrían afectarlas.
Este proyecto forma parte de la edición 30. Se armó la cascarita.
Léela gratis aquiDiseñador gráfico, fotógrafo, tuitero y fan de Shakira. Me gusta la calle.
La más reciente exposición del artista Néstor Jiménez en la galería PROYECTOSMONCLOVA, titulada La importancia de ser autosuficiente, parte de una reflexión sobre las implicaciones ideológicas de la arquitectura moderna en México.
Llevar a la centralización, de forma crítica y consciente, un discurso articulado desde las periferias es resignificar los espacios que lo fueron marginando. Decir que soy, que existo y que hago visibles mis posturas ante mis opresiones: ser mujer, ser mexiquense, ser artista.
Originario de la CDMX, Néstor Jiménez busca retratar las estructuras que han formado y cimentado a México a través de su arte, yendo más allá de los mitos y lo tradicionalmente aceptado, para ahondar en el otro lado de la moneda.
La más reciente exposición del artista Néstor Jiménez en la galería PROYECTOSMONCLOVA, titulada La importancia de ser autosuficiente, parte de una reflexión sobre las implicaciones ideológicas de la arquitectura moderna en México.
No todo final es necesariamente trágico. Y a veces la transformación inicia con un cambio de nombre, o con la posibilidad de ello. Así lo descubrimos en esta breve reflexión nacida en un vagón anaranjado.
A veces las cosas no salen como las habíamos planeado, y eso es lo que Carmen Monroy nos recuerda con este cuento, cuyos giros inesperados mantendrán tu atención hasta el final.